Hola a todos y todas! Buen día de domingo! Hoy vamos a
publicar una entrada que os aportará información sobre el movimiento en la
infancia y la importancia de la expresión corporal.
La expresión corporal comienza con los primeros
movimientos del bebé dentro de la barriga de su madre ya que el movimiento es
la primera forma de expresión y además una necesidad. El bebé irá adquiriendo
progresivamente habilidades motrices para dar respuesta al medio que lo rodea,
es decir, se irá adaptando al mismo a través de su propia expresión corporal,
ya que además es su primera forma de comunicación con los adultos que le
rodean; sin olvidar que también tiene su origen en el aspecto afectivo. Podemos
destacar entonces la importancia del movimiento y por lo tanto de la acción, ya
que es la manifestación del movimiento. Así pues ambas constituyen una forma
propia y permanente de expresión infantil y son la base de otros tipos más
simbólicos de expresión/acción como sería la expresión verbal, plástica o la
matemática, siendo ya estos los movimientos del pensamiento.
Lo comentado hasta aquí debería de ser un argumento sólido
para que acción y movimiento sean objetivos necesarios en la educación,
sobretodo en lo que a la actividad motriz espontánea se refiere. Como futuros
educadores hay que tener en cuenta también la importancia de dejar a los niños
y niñas expresarse libremente y con su propia creatividad, en cualquier nivel,
ya sea desde las expresiones más primarias hasta las situaciones más
imaginarias y simbólicas. Por tanto debemos poner en manos de los niños y niñas
diferentes tipos de objetos y observar como los usas y como los integran
progresivamente. Siempre hay que evitar decirle a un niño como ha de moverse o
como ha de expresarse ya que esto crea una sensación de inseguridad en los
pequeños, arrebatándoles la libertad. Los maestros deben promover la libre
expresión de los niños, jugando y permitiéndoles hacer y experimentar por si
mismos.
Otro aspecto a tener en cuenta es la importancia de
establecer diferencias entre la evolución en las respuestas motoras
manifestadas por los niños menores de 3 años y mayores de 3 años. En la primera
etapa, la evolución motriz tiene que ver sobretodo con las respuestas frente a
los adultos y progresivamente, llegando a la segunda etapa, se trata de respuestas
directamente centradas en la propia acción corporal y en la construcción en
grupo.
Los niños atraviesas una serie de fases en su evolución de
la acción y expresión motriz, como una manera de comunicarse y expresarse. Es
necesario señalar que no se dan de igual forma en todos los grupos ni en todos
los niños y niñas.
1.
Inhibición
Se manifiesta con la ausencia de la acción.
El niño llega incluso a esconderse físicamente del adulto para no ser visto ni
juzgado. Esta fase es debida al desconcierto de verse ante los adultos que no
imponen ni proponen ninguna actividad y que además ponen su cuerpo a su
alcance. Es importante respetar esta falta de actividad como una forma de
expresión corporal y que requiere un tiempo determinado superarla.
2.
Agresividad
Hay que
tener en cuenta que no siempre es una manifestación violenta o destructiva. Suele darse hacia los adultos o
hacia sus iguales y es propia de la infancia hacia los 4 años de edad aproximadamente. Los
adultos suelen ser agredidos por el niño al ser la manifestación de la autoridad. También los niños suelen
poner nombre al lugar simbólico
que ocupa en adulto, como el lobo o la bruja. Es necesario por ello, que el adulto deje claro al niño que una vez
terminado el juego, ambos han de volver a ocupar
su lugar en la vida real. Los adultos además deberán conducir las situaciones agresivas hacia un juego simbolizado si la
situación lo requiere. Este tipo de manifestaciones
agresivas están relacionadas con la posesión de los objetos ya que esta es una fuente habitual de
conflictos en la infancia. También es necesario destacar la necesidad de confrontación de
unos niños con otros para desarrollar una autentica socialización. El grito, característico de esta etapa, es
una manifestación de su afirmación
y conquista del espacio sonoro.
3.
Búsqueda de una estrecha comunicación corporal
con el adulto
Esta
suele ser la fase inicial de los niños más pequeños o de personalidad más dependiente. Existen
objetos que favorecen este tipo de comunicación corporal como los muñecos de peluche, las mantitas,
las colchonetas, trapos… estos ayudan al niño a encontrarse con una situación de placer corporal, calma,
bienestar, calor afectivo… Este
tipo de encuentros con adultos u objetos permite a los niños experimentar el afecto con los adultos y tendrán mas ganas
de ser autónomos o independientes en otro
momento más adelante, de lo contrario tendrán problemas para solucionar su necesidad constante de afecto con los adultos
o volverse agresivos.
4.
Reproducción de los estereotipos aprendidos
El niño puede utilizar también a los
objetos de manera convencional, antes de iniciar una búsqueda personal y
original de otras formas de expresión con estos.
5.
Actividad descontrolada
Esta fase responde a situaciones de
actividad frenética fuera de control, en las que el objetivo es ir de un lado a
otro lado y de hacer por hacer, sin un orden lógico establecido ni una lógica adulta en un clima de caos. Es una
acción individual donde todavía no se han producido las condiciones para una
expresión sosegada ni se ha establecido comunicación con los demás.
6.
Formación de un pequeño grupo dentro del gran
grupo
A partir de los 3 años de edad, cuando se
trabaja con un grupo numeroso normalmente entre los niños se forman pequeños
grupos, iniciados por uno o dos niños, donde se reproduce el papel del maestro
o maestra ofreciendo modelos de acción o distribuyendo diferentes roles a
desempeñar. La dinámica del grupo ira evolucionando progresivamente.
7.
Juego e independencia
Los niños ya tienen la capacidad para
realizar sus propios juegos con los objetos de su alrededor o puestos a su
disposición por los maestros, en un clima de calma, comunicación con sus
iguales y bienestar. En esta fase la presencia del adulto ya no es
imprescindible, por lo que puede situarse fuera del juego y observar, dejando
jugar libremente a los niños y niñas. También ocurre que los niños pueden
invitar al adulto a jugar con ellos, cosa que también les produce bastante
satisfacción, por lo que el adulto no siempre es excluido en esta fase de juego
independiente.
8.
La construcción del grupo y el desarrollo del
sentimiento de pertenencia
De la libre expresión motriz y de la superación
de las diferentes fases va a ir surgiendo la conciencia individual y la
colectiva. Paralelamente a evolución de la relación con el otro, se produce la evolución
de la relación con el objeto. El niño ya es capaz de jugar en grupo y participar,
respetando a sus iguales dentro del juego. Ya es capaz de sentirse un ser que
forma parte del grupo y pertenece al mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario